El protector solar que necesitas los 365 días del año

Desde pequeña siempre he tenido una piel muy complicada. Tanto en invierno como en verano tenía que, literalmente, "untarme" en cremas por uno u otro motivo. Siempre podía no hacerlo, pero las consecuencias hacían que cualquier molestia en proteger mi piel mereciera la pena con creces. 

Aun recuerdo aquellas cremas solares del pasado que tanto he llegado a odiar, con olores ultra perfumados y molestos, de textura endiabladamente untuosa y blanquecina, haciendo mi piel grasienta y de color fantasmal. Hoy os hablo de una nueva generación de fotoprotectores, de la mano de un laboratorio exclusivo de farmacia y que podemos considerar desde ya "el nicho de la protección solar". 

Si nunca pensaste que el fotoprotector pudiera llegar a ser un cosmético TAN agradable y beneficioso de usar, necesitas leer esta entrada. El fotoprotector es un cosmético con el que o te alías, o nada de lo que haces en tu piel va a merecer realmente la pena. No porque lo diga yo, sino porque es la mayor evidencia científica que encontraras en los últimos estudios y tratados de dermatología. 

Todo lo demás que podemos encontrar en un stand de cosmética, es un poco cuestión de índices y probabilidades, pero el mejor antiedad demostrado y que puedas usar en casa con tus manos, es la prevención. O lo que es lo mismo, la protección solar. Es por ello que a día de hoy es un producto básico en el catálogo de toda firma cosmética.

A menudo hablamos de la polución, el estrés, la alimentación... Sin duda son pilares esenciales para evitar los signos de la edad, en especial los dos últimos. Pero a mí no me deja de resultar llamativo el escuchar hablar de unos y otros cosméticos tachados como "milagrosos" cuando el mayor milagro que podemos hacer por nuestra piel en el día a día es el sencillo gesto de aplicar un protector solar. 

Eso sí, siempre tras usar nuestras cremas de diario y antes del maquillaje. Y como ya sabéis, si estáis expuestas al sol es necesario realizar apliaciones de repaso, especialmente si sudáis o mojáis la piel. Esto es aplicable a todos los fotoprotectores. 

Soy concsciente de que muchas hemos renegado en algún momento de los protectores, y no es para menos. Por eso precisamente no me considero una persona impresionable y sé que si un fotoprotector causa en mí admiración y culto, es porque realmente lo merece.