Amor a primera Vista

Hace tiempo hice una sesión de fotos muy especial para esta revista: Vogue. Era para la famosísima sección 7 días/7 looks. Para mí, cada look era especial y representaba un yo diferente; uno que se levanta y siente que los tacones esa jornada le van a dar poder, otro a la que una sudadera y unos shorts la harán sentir bien ese día. Uno de los looks que más gustó fue el que incluía vaqueros, zapatillas y camisa de cuadros… Algo que a primera vista parece muy sencillo pero que con pequeños detalles –como que el pitillo sea tobillero o que la camisa no sea demasiado entallada– hace que el estilismo tenga más personalidad (de hecho, no me suelo poner calcetines porque me parece que queda más especial sin ellos).

De pequeña, mi madre me decía que si me ponía una coliflor en la cabeza me iba a quedar bien… Nunca he estado muy convencida de eso, la verdad, y, madre, prefiero no probarlo aunque te agradezco el cumplido. Y es que siempre me han gustado mucho los gorros y sombreros. ¿Os acordáis de ésos que se pusieron de moda en los que el ala delantera se doblaba hacia arriba y en un lateral tenían una flor de la misma tela del sombrero? Pues ése era mi hit. Y hace poco me he empezado a aficionar a las gorras, como esta armada de Klingque tiene un toque de “maquinista” de tren que la hace especial.

¿Otro básico? Las camisas de cuadros, pero eso sí, de un tejido gordito y suave, así como de felpa (como los típicos pijamas de invierno). Antes de verano hicimos un viaje a Tokio para presentar Los Amantes Pasajeros y, a pesar de haber en más sitios de Europa (pero no en España), descubrí por primera vez la tienda Uniqlo. Bueno, en realidad me la presentaron mis compañeros de viaje Javi Cámara y Bárbara. Fue un flechazo… Desde que nos miramos a los ojos por primera vez nos enamoramos y nuestra historia de amor sigue desde entonces, aunque a distancia porque todavía no se ha mudado a mi país, pero espero que pronto lo haga. Bromas aparte, en esta macro tienda extendida por el mundo entero en la que puedes encontrar ropa para toda la familia y accesorios –y que es famosa por sus anoraks peso pluma que son también súper comprimibles– es originaria de Japón. Ofrece precios asequibles y calidades muy decentes, como chaquetas y jerséis de cashmere o camisas.

Recuerdo cuando doblé la esquina y aparecí delante del stand de las camisas. El cielo se abrió y sonaron músicas celestiales, mientras Justin Timberlake me cantaba al oído y Hugh Jackman reproducía delante de mí la escena en la que hace de esclavo en Los Miserables con la camisa raída y dejando entrever su anatomía… Camisas de todos los estampados y colores, pero todas de felpilla. ¡Y al maravilloso precio de 13 euros! Supongo que os imagináis que fueron el regalo estrella de ese viaje para toda la familia.

Lo que nunca falta en mi estante de los pantalones son los pitillo. Encontré los que mejor se adaptaban a mi cuerpo en Topshop. Son elásticos, ni gordos ni finos, un poco pesqueros y de talle alto. Los tengo en todos los colores.

Este sí que es un look que me describe. Con el que me siento cómoda y lista para pasar un día de trabajo, ocio, o lo que sea. Porque, aunque lleve zapatillas de deporte, el contraste entre éstas y la camisa le da un toque especial. Menos es más, suelen decir; discreción, comodidad y sencillez. Sin disfraces.

Escrito por: Blanca Suarez